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pitagoras Tresfonsitas

Churchill-Serrano

En enero de 1940 La Gaceta bilbaína y el Diario de Lisboa publican el discurso radiofónico de Churchill del día 20: el periódico español lo hace en el interior y en resumen; el lisboeta en primera y con foto de Winston.

La referencia a la URSS de Churchil no puede ser más peyorativa, sin contar su menosprecio por los militares rusos, perdón, rojos: "El servicio prestado a la humanidad por Finlandia es magnífico. Demostró al mundo entero la incapacidad de los ejércitos y de las fuerzas aéreas rojas. Muchas ilusiones acerca de la Unión Soviética se han desvanecido en estas terribles semanas de guerra en el Círculo Polar Artico. Todos pueden ver cómo el comunismo pudre el alma de una nación; cómo la vuelve abyecta y hambrienta en la paz, y la muestra abominable e innoble en la guerra".

Un año después, el 24 de Junio de 1941, es Serrano Súñer el que descarga su oratoria contra la URSS: ¡Rusia es culpable! Culpable de nuestra guerra civil. Culpable de la muerte de Jose Antonio, nuestro fundador, y de la muerte de tantos camaradas y tantos soldados caídos en aquella guerra por la agresión del comunismo. El exterminio de Rusia es una exigencia de la historia y del porvenir de Europa.

No vamos a intentar desprestigiar a uno de los hombres grandes del siglo XX, pero sí podríamos decirle, 80 años después, que Rusia no es la Rusia de Stalin, ni la de los zares, sino la Rusia de Tolstoi o de Chejov o de Alexis Karamazov. Y por si no nos entiende le plantearíamos una afirmación similar para su país: Inglaterra no es la Inglaterra de Churchill o de la reina Victoria, sino la Inglaterra de Virginia Wolf o de Jane Austen, o de Moll Flanders.

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