Tresfonsitas
Thierry Lentz
El historiador Thierry Lentz describe el comportamiento del mariscal Murat, cuñado de Napoleón, con ocasión de los sucesos del 2 de mayo de 1808 en Madrid: Murat reacciona magnificamente, como un gran guerrero que es, dice Lentz. En primer lugar reprime el motín; después calma a sus soldados; y finalmente, detiene a unos 400 amotinados, los hace comparecer ante comisiones militares y los fusila.
Nadie duda de la premisa principal de la que quizás parte la secuencia de conclusiones del historiador francés: en efecto, el Duque de Berg era un gran soldado. Y posiblemente en muchas ocasiones se comportó magnificamente, por ejemplo el día en el que sería fusilado.
Pero veamos cual fue la serie de decisiones que Murat adoptó en Madrid, aquel día del año 1808. En primer lugar, aplasta al pueblo madrileño amotinado con todos los recursos militares de que disponía, incluida la Caballería y la Artillería. Bien, hay que reconocer que el motín fue reprimido. Quizás se podría matizar que fue algo exagerado el empleo de los héroes de Austerlitz contra unos hombres armados de navajas y algún viejo trabuco, a los que habría que sumar unos pocos militares quijotescos en el cuartel de Monteleón.
Luego calma a sus soldados. Posiblemente los soldados de Napoleón se habían quedado con las ganas. Posiblemente había sido poco para ellos aplastar a unos cuantos madrileños y querían más. Posiblemente había sido poco para ellos violar a unas docenas de mozas madrileñas y querían más. Pues bien, posiblemente hay que reconocer que el mariscal estuvo bien calmando a sus hombres.
Finalmente Murat detiene y fusila a unos cientos de amotinados. A una madre que está junto a su hijo muerto, a cuyo lado, en el suelo, hay una navaja ensangrentada. A un joven hallado junto a su padre muerto y no lejos de un viejo trabuco. A un muchacho que estaba en un piso de la calle Mayor, al lado de un cuchillo de cocina y de su hermana violada. A todos los fusila sin juicio. Bien, quizás todo esto formara parte de un plan del cuñado del Emperador para calmar a sus soldados.