Esta es una cita no del obispo Laucirica sino sobre él.
Francisco Javier Laucirica o Lauzurica nace en Durango en 1890. En 1937 fue nombrado "obispo de hecho" de Vitoria. En 1943 es nombrado obispo de Palencia, y más tarde fue arzobispo de Oviedo.
Amante de la montaña palentina, que posiblemente le recordaba a sus montes del Duranguesado.
Es posible que se sintiera bien servido por el modo de bien comer y buen beber castellanos, aunque estos difieran de las costumbres vascas.
Dentro de su quehacer palentino figuraba la confirmación de los niños como es natural, y Baltanás era uno de los muchos pueblos a los que acudió; y como también es natural hubo un agasajo posterior.
Se cuenta, y se cuentan tantas cosas, que cuando le presentaron la sopera para servirse, pasó el cucharón por la superficie y cargó sólo caldo.
La joven que le atendía, lamentando que el señor obispo se perdiera los menudillos que habían ido a parar al fondo, le "amonestó":
-¡Ahonde su eminencia el cazo!