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pitagoras Tresfonsitas

Guillermo Gorostiza "Bala Roja"

Del Athletic no se pueden escribir elogios como no sea de Gorostiza, que sigue siendo muy peligroso, o de Oceja, que ya antes sabíamos era un excelente defensa.

Así se expresa en febrero de 1940, en la Gaceta del Norte, El alférez Redondo, en su crónica del partido Real Madrid-Athletic.

El Athletic ha comenzado la temporada con unos pocos veteranos: Gorostiza, Roberto Echevarría, Zabala Echevarría y el retornado del Betis, Unamuno.

El resto son jovenes, encabezados, eso sí, por el ya curtido Oceja. Se trata, por ejemplo, de Panizo, Bertol, Macala o el portero José María Echevarría.

El Athletic termina la Liga en tercera posición, a 3 puntos del Atético Aviación. Entre los "culpables" de este buen rendimiento habría que destacar a "Goros" y a Roberto Echevarría que ha hecho funciones de entrenador. Sin embargo, los dos son licenciados para la siguiente temporada, 1940-41. En el caso de Guillermo, las muchas pesetas que el Valencia ha aportado, parecen servir para justificar el cambio.

Hay que decir que a pesar de su apodo, "Goros" no ha sufrido la represión de que son víctimas los republicanos en la Dictadura. Gorostiza y Roberto Echevarría han retornado a España después de la caída de Bilbao en manos del ejercito de Franco. Y esa decisión, que ha supuesto un enfrentamiento con los Regueiro y demás miembros de la selección de Euzkadi, les ha hecho amigos del bando rebelde.

Sin embargo si que cabe pensar que Gorostiza ha podido ser víctima de la "contraposición de primer plano". Quiere decirse que ha podido ser apartado por sus "amigos", los vencedores de la guerra civil. Al fin de la contienda se impone como idea social dominante, el "nacional-catolicismo". Y Guillermo no encaja muy bien en esa idea dominante.

O cabe imaginar una explicación más compleja. En ese nacional-catolicismo se han integrado, con mala conciencia, eso sí, amplios sectores de la sociedad bilbaina. Ellos hubieran preferido un nacional-catolicismo vasco, pero eso no ha podido ser. Y para ellos, en el fondo escondido de su alma, "Goros" es un traidor. Y echan leña al fuego para que arda el inmoral, el hereje Guillermo Gorostiza.

Sea cual sea la causa, sean los dineros del Valencia, sea la soberbia de los vencedores que apartan de su lado al que consideran un inmoral, eso sí, despues de haberle utilizado en sus medios de propaganda, sea, en fin, el oscuro resentimiento de algunos bilbainos contra el traidor Gorostiza, el efecto es el mismo: "Goros" se irá al Valencia.

Y en el Valencia seguirá triunfando.

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