Tresfonsitas
Sigmund Freud
Dice Freud: "Una de estas figuras, la de lady Macbeth, inmortal creación de Shakespeare, nos presenta con toda evidencia el caso de una vigorosa personalidad, que después de luchar con tremenda energía por la consecución de un deseo se derrumba una vez alcanzado el éxito."
No estamos aquí ante el miedo a triunfar del deportista. Este tiene lugar antes, quizás poco antes, del éxito. Pero una vez alcanzado el triunfo, el miedo del campeón carece de sentido porque el triunfo es efímero.
Y, en todo caso, Lady Macbeth no ha temido al triunfo anticipadamente. Por el contrario, cuando su marido vacila a la hora de asesinar al rey Duncan, ella es la que estimula y mantiene a Macbeth en su ambición.
No, la esposa de Macbeth se derrumba una vez alcanzado el objetivo. Quizás creía que el poder era otra cosa. Cuando ve que van a continuar las intrigas, el acoso, la pelea permanente se viene abajo.
No, no pertenece Lady Macbeth a ese colectivo de mujeres y hombres, que una vez alcanzado el triunfo en la sociedad, usarán el poder obtenido hasta las ultimas consecuencias con el objetivo de mantenerse en la cima.
Ambigua y dual Lady Macbeth. Implacable y tenaz en la lucha por la corona; frágil y vacilante una vez alcanzado el trono.