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Fanon

En su prefacio a "Los condenados de la tierra" Sartre dice "No hace mucho tiempo, la tierra tenía dos mil millones de habitantes, es decir, 500 millones de hombres y 1500 millones de indígenas. Los primeros disponían de la Palabra, los otros la alquilaban... La élite europea se comprometió a fabricar una élite indígena...después de una breve estancia en la metrópoli, fueron enviados a casa... desde París, desde Londres, desde Ámsterdam nosotros lanzábamos palabras ¡Partenón! ¡Hermandad! Y, en algún lugar de África y Asia, se abrían los labios: ¡tenón! ¡mandad! "

Frantz Fanon nace en la Martinica, en 1925. Francia le condecoró con la Cruz de guerra por su valor en la II Guerra Mundial. Tras la guerra vuelve a Martinica, donde apoya al poeta martiniqués Aimé Césaire, como candidato del Partido comunista francés a la Asamblea de la República.

De vuelta en la metrópoli se gradúa como psiquiatra en 1951. En 1953 pasa a Argelia, donde trabaja en un Hospital en Blida, al suroeste de Argel.

En 1957 se le expulsa de Argelia, pasando a Túnez. Muere en 1961 de una leucemia.

Fanon enfatiza sobre el problema de la absorción por parte del indígena de una cultura ajena que va a sustituir la suya propia.

En efecto, un conjunto de mecanismos religiosos, artísticos, educativos, idiomáticos, van a actuar sobre el indígena con el objetivo de lograr la sustitución cultural.

Esta sustitución no suele ser absoluta, porque muchos elementos de la cultura dominada aciertan a insertarse en la dominante produciendo algo nuevo.

Y cuando la cultura del pueblo dominado tiene una estructura fuerte, ésta no es erradicada, sino que sobrevive, aunque integrando los elementos asimilables de la cultura dominante.

Entre las lenguas más habladas en el mundo hay 3 que se corresponden con tres grandes potencias coloniales europeas. No se puede negar que el francés, el español y el inglés han desempeñado ese papel de elemento agresor propio de la cultura dominante.

Pero tampoco se puede negar que hoy son lenguas habladas como propias por los pueblos dominados, y que forman parte del patrimonio de esos pueblos.

Se puede decir que el francés es la lengua de Le Pen o de Laval o de Raoul Salan, pero también es la lengua de Senghor o de Albert Camus o de Ben Bella o de Boris Vian.

En cuanto al español es cierto que es la lengua de Franco o de Fernando VII o de Fidel Castro pero también es la lengua de Ciro Alegría, de Ernesto Guevara, de Mario Vargas Llosa o de Enrique Tierno.

Y si pensamos en el inglés, siendo cierto que es la lengua del señor Farage, del gobernador Wallace o del presidente Trump, también lo es que la usan, o usaron, Obama, Robert Louis Stevenson, Abraham Lincoln o Mark Twain.

Ben Bella

Fanon ha conocido en su isla natal la insufrible situación que vive el pueblo martinicano ante el ejercito y los administradores de la metrópoli. Pero a pesar de ello, quizás la violencia no es inevitable.

Pero en Argelia la violencia parece una necesidad; es el único modo que encuentra el pueblo árabe para lograr sus reivindicaciones tras las masacres de mayo del 45.

Seguramente Ahmed Ben Bella no ha llegado a la opción de la lucha armada de un modo rápido y natural. Su carácter religioso y su cultura francesa permiten pensar que su inclinación espontánea debía ser la lucha politica.

Llegan la cárcel y el exilio. Y en 1963 accede a la Presidencia de Argelia.

En política interior sigue una senda de desarrollo industrial cuyos frutos sólo se podrán ver a medio plazo.

En el exterior es uno de los líderes del movimiento de los no alineados, pero tiene buena relación con los países socialistas y con Francia.

En 1965 es destituido y encarcelado por Houari Boumédiène, que desarrollará una línea política dictatorial.

A la muerte de Boumédiène, Ben Bella sale de la cárcel y, con ocasión de una salida al exterior, opta por no volver a Argelia y denunciar la corrupción en el país.

No cabe pensar en lo que pudo ser Argelia y no fue: más bien estamos ante un caso en el que "la necesidad" ha guiado el caminar de ese desgraciado país.

Pero sí cabe pensar en una Argelia bien relacionada con una Unión Europea fuerte y liderando el mundo árabe. No hay que olvidar que Argelia tomo parte en la fundación del Mercado Común Europeo, que entonces se llamaba C.E.C.A.

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