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pitagoras Tresfonsitas

René Descartes

Et d'abord nous remarquerons qu'en nous l'intelligence seule est capable de connaître, mais qu'elle peut être ou empêchée ou aidée par trois autres facultés, c'est à savoir, l'imagination, les sens, et la mémoire.

En esta cita Descartes reconoce que la inteligencia recibe la colaboración de "la imaginación", de "los sentidos" y de "la memoria".

El filósofo reconoce también que los engaños o las "malas pasadas" que nos juegan los sentidos no proceden de ellos, sino de "la inteligencia".

Si un hombre se cruza con una mujer rubia de grandes caderas, fina cintura y enormes…. hombros, su sentido de la vista le va a informar correctamente…. aunque sea morena con el pelo teñido.

Si su imaginación crea una "fantasía", es decir construye una brevísima imagen de la mujer desnuda, no podemos decir que la "imaginación" nos deforma la realidad: en todo caso, avisa a nuestro hombre de que su nivel de testosterona está algo alto.

Pero si el hombre cree que la mujer le ha mirado con intención, cuando en realidad al cruzarse con él su vista estaba posada en un escaparate, no le engañan sus ojos, ni su imaginación. Es su mente la que ha creado la mentira. Es su cerebro el que se encuentra deformado, de tal modo que aunque sea un viejo escualido y desdentado, se ve a si mismo como un individuo con las máximas cualidades: inteligente, esbelto…; en fin, casi una criatura divina. Y claro, como no podía ser menos, la joven rubia no ha podido evitar mirarle con profunda admiración.

Cuando el rey David percibe la belleza de Betsabé, sus sentidos no le engañan. Y cuando la desea, tampoco hay error de ninguna clase. La "tentación diabólica" está en su propia mente, y consiste en creer que él es un joven hermoso, inteligente, delicado y sensible, un hombre único, el "elegido" por Dios. Y además, el pobre Urías es un pobre bárbaro. Y el "horrible pecado" no se basa en el deseo que experimenta de poseer a la mujer, sino en los medios de que dispone, es decir los criados que, con engaño o violencia, se la traen. Y el "crimen" de David se fundamenta en su sentimiento de frustración cuando no consigue engañar a Urías, y no en el deseo de poseer a la mujer. Y el "crimen" se realiza porque David dispone de criados de confianza a los que encargar el asesinato del marido de Betsabé.

Cuando se considera el éxito de Agustín Lara con las mujeres una posible explicación se podría encontrar en su condición de extraordinario cantante. Además, hay que reconocer que el modo de cantar del "Flaco de oro" es mucho más apropiado para cantar al oído de una mujer que el de Jorge Negrete, por ejemplo. Y tendríamos que conceder que los sentidos no engañan.

Pero a medida que su edad avanza el éxito de Lara podría haberse debido a otros factores. Agustín pasaría a ser Pigmalión, un hombre que enseña todo a las mujeres a la vez que las introduce en el mundo del cine, de la canción, del arte en general. Y aquí aparecen los sentidos como algo controlado y deformado por el cerebro. Lara se mira en el espejo de la bella María Félix, y cree ser joven y bello. La Doña cree amar al "Flaco" pero lo que realmente ve es una escalera para subir desde la posición en que está (muy alta desde luego) hasta el mismisimo cielo donde sólo habitan las diosas.

Ya antes María ha creído odiar a Jorge Negrete, cuando en realidad era su mente la que inventaba ese odio, para evitar que un amor verdadero la desviase de su carrera hacia la fama. Más tarde, "La Doña" se unirá al "Charro Cantor" y su cerebro le dirá: "Mira, tonta, primero has hecho tu carrera y luego has conseguido el amor; ahora lo tienes todo". Pero en unos meses todo se destruye: María Félix, "La Doña", pasará a ser la Señora viuda de Jorge Negrete.

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