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pitagoras Tresfonsitas

Giovanna Casotto

…… La formación psíquica de un adulto depende de sus primeros años de vida: eso dicen los psicólogos. En mi caso, el espíritu de observación vendría de la maduración en un ambiente de soledad. La pasión por el dibujo, como medio de comunicación y necesidad de amor. El gran interés en el erotismo, como una forma de afecto para una niña abandonada a sí misma. La opción de hacer historietas eróticas, como una síntesis de mis primeras emociones.

Estas palabras aparecen en una entrevista que Giovanna se hizo a sí misma.

Al margen del oficio que tenga, el ser humano siempre podrá optar por utilizar el camino más breve para llegar a un sitio. Sea ciclista, sea político, o sea artista, la tentación del "atajo" nunca faltará.

Muchos hombres, al pasar el tiempo, suelen justificarse diciendo que "fueron obligados" a tomar el atajo. Muchas veces esto no es cierto.

También las mujeres utilizan esa justificación y generalmente no es una falsedad. En efecto, las mujeres se encuentran siempre, en los inicios de su oficio, con un "modelo masculino" a imitar. Y evitar este "modelo masculino" suele ser tarea imposible para una mujer con cualidades, digamos "normales".

Se puede afirmar que Giovanna Casotto no ha tenido que "tragar" el modelo masculino de "artista de la historieta erótica". Su personalidad como dibujante está fuera de duda, y el mundo que nos presenta, real como la vida misma, no está precisamente visto con ojos masculinos.

El hombre…

Giovanna nos presenta en su obra varones de todo tipo y condición. Senadores, chóferes, abogados, camareros, capos mafiosos, policías, notarios, mayordomos…

Podemos encontrar hombres sin escrúpulos, hombres "normales", e incluso hombres a los que se podría calificar de "buenas personas".

Circulan por las viñetas hombres con diferente criterio en cuanto al uso que se puede dar a las mujeres: se las puede utilizar; se las puede matar; se las puede manipular; se las puede pegar… Hasta se puede ver algún hombre dispuesto a obedecer a una mujer.

Pero a todos les barniza Giovanna con una pátina de vulgaridad.

Quizás el hombre que mejor parado sale del pincel de la autora es aquel al que transforma en mujer. Y hay que aclarar que el "cambio de sexo" no es en el mundo de Casotto el que tiene lugar en una sala de cirugía de un hospital. Por el contrario, tiene que ver con el mundo mágico de las Mil y una noches.

…y la mujer

Las mujeres de Giovanna Casotto conforman también un mundo variado: condesas, prostitutas, criadas, asesinas, "señoras de la casa"….

Las adornan cualidades también variadas: crueles, ingenuas, delgadas, gordas, guapas y menos bellas.. Hay que aclarar que no coinciden precisamente la delgadez y la belleza.

Muchas son partidarias de someterse a la sociedad tal como la han encontrado. Alguna es más rebelde.

Pero todas reciben una pincelada de "genialidad", incluso aquella que es transformada en hombre.

Erotismo y pornografía

La misma Giovanna Casotto dice que "pornográfico" o "erótico" son etiquetas que cada uno debe colocar al "comic" o a la película concreta de que se trate.

Y esto es acertado en buena parte. Pero tampoco se debe llevar este relativismo hasta el extremo. Saliendo del mundo del comic y entrando en el mundo del deporte, o de la política, o de la empresa, hay hechos a los que es muy difícil quitar el cartel de "obsceno" para colocar otro más suave.

Quizás el perfil dominante entre los varones de Casotto sea el de heterosexual. En cuanto a las mujeres, encontramos bastantes ejemplos de "bisexuales".

Son muy frecuentes los dibujos explicitos del organo sexual, tanto masculino como femenino, así como de la eyaculación. El trazo de la artista, muy claro, y la escasa presencia del color suavizan la crudeza de los dibujos.

Hay imágenes de cierta violencia sexual, pero están muy tamizadas por el humor. La "señora" que aplica la medicina del látigo a sus criadas, es ridiculizada y termina siendo víctima de sus propias tendencias sado-masoquistas.

En cualquier análisis doble de "comic" y cine, a nadie se le ocurriría asociar a la historieta con el "cine mudo". Como es natural, las escenas de intensidad sexual carecen de diálogo (a no ser la conocida expresión coincidente con el orgasmo). Pero luego vuelve "la palabra" a la historieta y hay que decir que tanto las conversaciones, en su sencillez, como los párrafos narrativos, dan a la obra de la italiana (y de sus colaboradores) un buen nivel literario. Incluso se puede decir que los rótulos, con esos sonidos propios del climax sexual, estan muy bien conseguidos, ¿y porqué no se ha de decir?

Hay un elemento en el cine que la historieta apenas puede manejar: la música. Y es increíble el poder que una simple melodía puede tener para suavizar, o acusar, o incluso cambiar el sentido de unas imágenes. Pues bien, Casotto ha sabido crear en "L'inconnu" un ambiente melódico con el dibujo de un aparato de radio, unos bocadillos con la letra de una canción conocida y los consabidos iconos de las notas musicales. Y este contexto "sonoro" altera el sentido de una escena en la que una mujer desnuda está tomando un baño.

En resumen, no es fácil colocar un cartel que diga "obscenidad" junto a la obra de Giovanna Casotto. Aunque, como la propia autora admite, cualquier persona está en su derecho de etiquetarla como "pornográfica".

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